En un post anterior ya hablamos del estilo nórdico, implantado desde hace tiempo como una de las tendencias fijas en el diseño de interiores.
Las bases de este estilo están bien definidas, y en un principio los tonos del nórdico se restringían a los blancos, neutros y naturales. Pero en los últimos años la gama cromática se ha ampliado mucho desde el asentamiento del estilo escandinavo a nivel global.
La necesidad de personalizar los ambientes nórdicos se dirige hacia la búsqueda de colores que combinen en armonía con los principios de este estilo, que sigue marcada por el uso de maderas sin tratar y tonos claros con el objetivo de sumar toda la luz posible en el entorno.
Desde Tiendas On nos facilitan una serie de recomendaciones básicas para no equivocarse con ese estilo. En primer lugar, nos recomiendan que los tonos más sutiles se reserven para las grandes piezas. Muebles como aparadores, buffets o estanterías con detalles cromáticos que no rompan la armonía de la estancia.
Las butacas y sofás vienen en tonos pastel, rematadas con vivos de colores (una tendencia muy en alza), o con pinceladas de color en forma de botón en el respaldo.
La geometría, otra de las grandes tendencias del 2016, también juega un papel importante en la estancia, ya sea como aporte decorativo en el mobiliario o en el diseño de alfombras de estilo nórdico.
En el techo, los colores se mezclan en coordinadas composiciones. Lámparas de líneas simples y funcionales y piezas que se acercan al estilo industrial.
Uno de los colores que mejor conjugan con el estilo nórdico es el amarillo, ya sea en su matiz más vivo o en tonalidades mostaza.
También el rojo es una combinación perfecta para destacar dentro del estilo nórdico. Si tu casa está decorada con este tipo de diseño, te animamos a que pruebes alguno de estos consejos para dar un cambio notable a tu hogar.