CARNIco es un proyecto de contract creado por Francisco Segarra que rinde homenaje al mundo de la carne más allá de su simple venta. Conecta el amor al producto y la experiencia de los creadores del proyecto con otros universos: el diseño, el arte, la moda, la ilustración y la decoración.
El concepto estético de CARNIco es moderno pero a la vez retro, en su interior se halla un increíble diseño de interiores que deja entrever una decoración única que apuesta por los tonos neutros.
El aspecto general de la tienda nos recuerda a la estética de una carnicería de los años 50, con azulejos blancos cubriendo sus paredes y con una decoración decadente en la que no faltan elementos auténticos recuperados de antiguos comercios.
Este espacio está concebido para degustar y compartir la pasión por la carne, y descubrir todas las curiosidades de este producto. Además se puede encontrar una sorprendente sección de cuchillería, accesorios y herramientas –miniplanchas, delantales, pizarras- así como especias, salsas, sales o vinos.
La zona del escaparate pretende mostrar el producto como una propia escultura, la iluminación descubre los volúmenes desgarradores e infinidad de fibras blancas.
El mostrador se presenta como una pieza escultórica y señorial en matices de negro de finos acabados envuelto por un suelo damado en blanco y negro.
La zona de despiece está abordada desde la perspectiva de una instalación artística, se encuentra una máquina de vending en tonos latón, donde se juega con el concepto del consumo de carne como elemento cotidiano y a la vez se almacena la carne.
El interiorismo ha sido realizado por Francisco Segarra en colaboración con María Barrero, y el diseño gráfico se debe a Panci Calvo.
CARNIco es cambiante y se mueve constantemente para que sus clientes encuentren siempre algo nuevo, tanto en su oferta de productos y actividades como en su espacio físico y su web. Nunca hay dos días iguales en su mundo. ¿Te animas a conocerlos?.
El aspecto general de la tienda nos recuerda a la estética de una carnicería de los años 50, con azulejos blancos cubriendo sus paredes y con una decoración decadente en la que no faltan elementos auténticos recuperados de antiguos comercios.
Este espacio está concebido para degustar y compartir la pasión por la carne, y descubrir todas las curiosidades de este producto. Además se puede encontrar una sorprendente sección de cuchillería, accesorios y herramientas –miniplanchas, delantales, pizarras- así como especias, salsas, sales o vinos.
La zona del escaparate pretende mostrar el producto como una propia escultura, la iluminación descubre los volúmenes desgarradores e infinidad de fibras blancas.
El mostrador se presenta como una pieza escultórica y señorial en matices de negro de finos acabados envuelto por un suelo damado en blanco y negro.
La zona de despiece está abordada desde la perspectiva de una instalación artística, se encuentra una máquina de vending en tonos latón, donde se juega con el concepto del consumo de carne como elemento cotidiano y a la vez se almacena la carne.
El interiorismo ha sido realizado por Francisco Segarra en colaboración con María Barrero, y el diseño gráfico se debe a Panci Calvo.
CARNIco es cambiante y se mueve constantemente para que sus clientes encuentren siempre algo nuevo, tanto en su oferta de productos y actividades como en su espacio físico y su web. Nunca hay dos días iguales en su mundo. ¿Te animas a conocerlos?.
